Que siente el árbol frondoso cuando son cortadas sus alas
que siente un ave observando como su vuelo no tendrá nunca mas un llegadero seguro donde esta el brazo largo de la justicia, cuando se decide de forma unánime terminar con el espacio existente entre dos seres completamente dependientes.
A donde va una garganta anudada de tanto esperar en que lugar dentro de nuestro ser quedan las lágrimas derramadas el látigo implacable de la vida que golpea sin piedad al que menos o al que mas pero estremece al mas valiente y temerario de los pensantes humanoides que consideran a este mundo habitable.
Un soldado de la vida encuentra en sus batallas el dolor sangriento
el olor a carne abierta de par en par, el grito de asfixia que produce
el disparo a traición de su enemigo, el golpe que rompe el mas fuerte de sus huesos el soldado de la vida, es aquel que lucha sin importar condición y logra levantar la bandera de la felicidad colocándola en los mas alto de la montaña, y asume con humildad su victoria.
Que dolor el no verte, que dolor maldito el que me arrebata de mis manos lo que es mío como duele el que te pierdas en un camino sin rumbo, que fuerte es la ausencia de ti que increíble horrible es levantarme y no tenerte cerca, el mundo tan oscuro se llevo tu olor, el mundo indescifrable dio la vuelta y nos puso tan distantes, en polos opuestos tibios y fríos, mundo, vida, Dios, alma, vivos, muertos, regrésenme lo que es mío, se los ruega una madre que ha perdido a su hijo.
Colaboración de ZES
Venezuela